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Estrategias para mejorar la conversión alimenticia en pollos de engorde

La conversión alimenticia es uno de los factores más importantes en la producción avícola, ya que determina la cantidad de alimento que un pollo necesita para ganar peso. Una conversión eficiente se traduce en menor desperdicio de alimento, menor costo de producción y mejores márgenes de rentabilidad. Cuanto más bajo sea el índice de conversión, mayor será la eficiencia del sistema: por ejemplo, una conversión de 1.5 indica que el pollo necesitó 1.5 kg de alimento para ganar 1 kg de peso.

A continuación, te presentamos estrategias clave para optimizar la conversión alimenticia en pollos de engorde

Selección de un alimento balanceado de alta calidad

La dieta debe contener niveles adecuados de proteínas, energía y aminoácidos esenciales como la lisina y la metionina. Los alimentos formulados con ingredientes digestibles y complementados con aditivos mejoradores del metabolismo optimizan la ganancia de peso.

Manejo adecuado de la alimentación

Ofrecer el alimento en horarios regulares y evitar el desperdicio mediante comederos bien diseñados, ayudan a que los pollos consuman la cantidad justa. Además, el ajuste progresivo de la ración según la edad y el peso del ave favorece un crecimiento uniforme. El agua es tan importante como el alimento: el acceso permanente a una fuente limpia, fresca y suficiente es crucial para que los pollos mantengan una buena conversión alimenticia. 

Uso de promotores del crecimiento naturales

Alternativas como los probióticos, prebióticos y enzimas digestivas mejoran la salud intestinal y permiten una mejor absorción de nutrientes, reduciendo la conversión alimenticia sin necesidad de antibióticos.

Monitoreo del consumo y ajuste de dietas

Medir regularmente la cantidad de alimento consumido y el peso de los pollos permite realizar ajustes en la dieta. De esta manera, se pueden identificar posibles deficiencias o excesos que afecten la conversión alimenticia.

Control de la temperatura y la ventilación

El estrés térmico afecta directamente el metabolismo del pollo, elevando el consumo sin una ganancia proporcional de peso. Mantener un ambiente con temperatura controlada y buena ventilación optimiza el rendimiento. Asimismo, el control de la densidad poblacional —es decir, la cantidad de aves por metro cuadrado— impacta directamente en el consumo de agua y alimento, el comportamiento y el bienestar, lo que también se refleja en la conversión.

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Mejorar la conversión alimenticia en pollos de engorde requiere una combinación de nutrición adecuada, manejo eficiente, bienestar ambiental y seguimiento continuo. Aplicar estas estrategias se traduce en mayor rentabilidad y una producción más sostenible.